
¿Qué sucede con la salud mental en la vejez?
15 octubre, 2024
Salud Mental en la Tercera Edad: Lecciones del COVID-19 y la Importancia de Intervenciones Específicas
15 octubre, 2024Con el paso del tiempo llega a los seres vivos un proceso del que no es posible escapar, aunque nos esforcemos de muchas maneras para retrasar, el envejecimiento. Como menciona Víctor Carretero (s.f.), entendemos por envejecimiento al conjunto de cambios funcionales, psicológicos y corporales que aparecen con la edad, y están asociados con factores sociales como las despedidas de seres queridos y el cierre de actividades laborales, lo que conocemos como jubilación.
La vejez implica entre tantas cosas, el adaptarse a una rutina diferente de vida a la que se mantuvo por muchos años, lo cual detona mucha incertidumbre, miedo, y según cómo se evalúe el futuro, puede haber entusiasmo o desesperanza.

Con los cambios físicos como son las arrugas, las canas, la caída de cabello y la rigidez en las articulaciones, también aparecen cambios que no se observan tan fácilmente en el cerebro y su funcionamiento. El celebro es el órgano responsable de manejar nuestra personalidad y las funciones cognitivas, entre ellas, nuestra capacidad de prestar atención, el tiempo que tardamos en reaccionar y procesar la información, la capacidad de solucionar problemas y la memoria.
Uno de los cambios que más ha generado interés de estudio en parte por sus afectaciones en nuestra funcionalidad y actividades cotidianas, ha sido el proceso de memoria. En ella almacenamos recuerdos de todo tipo, tan importantes como el nacimiento de nuestros hijas e hijos o el día que nos graduamos, otros no tan importantes pero necesarios, como la clave de dígitos para desbloquear el celular o nuestro código postal, y otros necesarios pero que durarán poco tiempo almacenados como la lista de compras para supermercado o la rutina de gimnasio que me toca hacer esta semana.
Para que pueda ocurrir el proceso de almacenamiento de información y nuestra memoria en pocas palabras, realice su trabajo, requiere la intervención de los sentidos y las emociones, para poder prestar atención a lo que ocurre y para darle un significado e interpretación respectivamente.
Si tomamos en cuenta que en la vejez ocurren cambios corporales, funcionales y psicológicos es esperable que haya cambios en la memoria, y por ende, fallos en cómo almacenamos la información o fallos al momento de querer recordarla.
Es razonable anticipar que durante nuestra vejez aparezcan algunos fallos o dificultades en nuestra memoria, y estos no siempre son señales de alerta. Resulta importante buscar la opinión de un profesional cuando notemos cambios significativos en la personalidad de la persona, o cuando los olvidos traen consigo consecuencias graves para su vida, por ejemplo olvidar el cómo regresar a casa u olvidar el nombre de personas importantes.
Cual sea el caso, es relevante mantenerse alerta de los cambios que llegan con la vejez, incluyendo los cambios en nuestra memoria, pero al mismo tiempo buscar tener una perspectiva empática y compasiva del proceso mismo, lo cual puede lograrse en compañía de algún especialista en salud mental.
Referencia:
Carretero, V. (s.f.). Capítulo 1 ¿Por qué nos falla la memoria? En Eds. Carretero, V., Muñano, C., Jaramillo, V. & Repila, A. Guía práctica para familiares de enfermos con Alzheimer (pp. 4-16). Fundación de PwC.