
Salud mental y física en mexicanos
11 marzo, 2025
El cambio de la salud mental ante el adverso
11 marzo, 2025A lo largo de la vida, los seres humanos atravesamos momentos adversos que se suelen sentir como la ruptura intolerable de algo… pero ¿qué tanto de ello se rompe? Wilfred Bion (1975), desarrolla el concepto de cesura el cual lo describe como una separación que no implica una ruptura definitiva, sino una transición o espacio intermedio que permite procesos de transformación psíquica. Este término, subraya la capacidad del psiquismo para generar un espacio de transición en situaciones adversas, permitiendo el crecimiento y la integración de nuevas experiencias. La cesura es vista como un mecanismo necesario para proteger la mente de ser inundada por emociones o pensamientos que no pueden ser totalmente procesados en el momento. Actúa como una barrera que filtra las experiencias, permitiendo a la mente tener el tiempo necesario para procesar y metabolizar emociones e impresiones complejas a un ritmo que pueda manejar sin ser abrumado.

Un ejemplo puede observarse en el proceso de duelo… Cuando una persona pierde a un ser querido, se enfrenta a una ruptura emocional que, inicialmente, puede resultar abrumadora. En este contexto, la cesura actúa como un mecanismo que introduce una separación temporal entre el estado de dolor inicial y la aceptación gradual de la pérdida. Este espacio, que Bion percibe como una función adaptativa del aparato psíquico, protege al individuo de la intensidad completa del dolor, facilitando su capacidad de procesamiento.
En las primeras etapas del duelo, la persona puede experimentar una desconexión de la realidad, lo que refleja una forma de cesura que protege la vivencia del sufrimiento. Este distanciamiento permite que el aparato psíquico gestione el impacto emocional sin colapsar. A medida que la cesura se transforma, el individuo comienza a procesar y elaborar el dolor de manera más consciente. Las emociones y los recuerdos asociados a la pérdida, inicialmente intolerables, pueden integrarse paulatinamente, dando lugar a una experiencia más completa.
Este tránsito desde el impacto inicial hasta la aceptación no solo evita el colapso psíquico, sino que también posibilita una reorganización interna. La cesura como un espacio intermedio, se convierte en un terreno fértil para el crecimiento emocional y la adaptación a una nueva realidad, en este caso, a la ausencia del ser querido. De esta forma, el concepto de cesura de Bion ofrece una perspectiva para entender cómo las crisis pueden transformarse en oportunidades para la integración psíquica, pues más que tratarse de una ruptura, se trata de un puente que conecta el dolor con la resiliencia. De modo tal que, este espacio transicional, muestra la capacidad del psiquismo para metabolizar experiencias traumáticas y reintegrarse en un marco de significado que promueva el crecimiento y movilización personal.
Referencia:
Bion, W. (1975 ) LA CESURA. En: La tabla y la cesura. Ed. Gedisa. Barcelona. Págs. 53-71.